Por Luz Azcona

Di Benedetto y su épica discreta
Di benedetto y su épica discreta – por luz azcona
Se ha dicho que su obra está escrita con el pulso de un neurocirujano, que su estilo es marca propia y que sus páginas se reconocen como un cuadro de Van Gogh. Hay consenso en que su obra marca un hito en la literatura hispanoamericana de los últimos tiempos. Hoy, a más de un siglo de su nacimiento y gracias al empeño del sello Adriana Hidalgo y del aporte de la crítica, Di Benedetto dejó de ser un escritor injustamente olvidado. Gracias a eso dejó de ser un talento exótico del interior que vivió en el exilio, un narrador silenciado por las secuelas de la tortura, para convertirse en lo que es: un clásico de la narrativa contemporánea en lengua castellana. Di benedetto y su épica discreta – por luz azcona
Descendiente de inmigrantes italianos, Antonio Di Benedetto nació en la provincia de Mendoza, un 2 de noviembre de 1922. Perdió a su padre siendo apenas un adolescente y desde chico trabajó colaborando en medios. Cuando asumió el oficio a tiempo completo tras abandonar la carrera de abogacía, entró al diario Los Andes. También colaboró con El Andino y en La Prensa. Y escribió lo mejor de su ficción en las horas vertiginosas que le robó al periodismo.
Antonio Di Benedetto y su literatura
Su primer libro, Mundo animal (1952), fue un comienzo más o menos auspicioso. Recibió el premio de un municipio y despertó un interés razonable. En adelante, Di Benedetto publicó a ritmo parejo: El Pentágono (1955), Zama (1956), Declinación y ángel (1958), El cariño de los tontos (1961), El silenciero (1964), Cuentos claros (1969) y Los suicidas (1969). Algunos de estos libros también fueron premiados. Todos fueron bien recibidos y en conjunto, consolidaron su prestigio como escritor reservado, al margen de grupos o círculos literarios. Di benedetto y su épica discreta – por luz azcona
Zama es considerado por muchos lo mejor de su obra. Di Benedetto tiene solo 33 años cuando lo escribe y en ese momento inicial, se dice que alcanza el máximo de tensión y complejidad estética de toda su narrativa. Zama es señalado como un acontecimiento en la literatura contemporánea, y anticipa la renovación que va a tener lugar en el ámbito latinoamericano, caracterizada por el rechazo del pintoresquismo y la incorporación de temas y formas de carácter universal.
Di benedetto y su épica discreta

La novela narra la espera de Diego de Zama, un funcionario español en la América colonizada, a finales del siglo XVIII. Ha sido designado por un tiempo que supone corto y aguarda, en una ciudad ignota, hasta ser incorporado a una sede de mayor influencia. El personaje espera noticias de su familia, espera su sueldo, espera el momento en el que será recomendado, tomado en cuenta, redimido. Y se consume ante la perspectiva de algo que nunca pasa. Este paisaje, tan desolado como cargado de sentido, recorre la trama de un texto que, en palabras de Saer, es de una épica tan discreta como desgarradora. Y a través de los ojos de Lucrecia Martel, que lo adaptó a la gran pantalla, adquiere un impacto visual y una intensidad sonora que pasman. Eventualmente, la belleza compensa la angustia y la frustración que se sufre con el pobre y por momentos absurdo Diego de Zama.
En la década del setenta, Di Benedetto era un escritor reconocido y un periodista que se oponía a la dictadura abiertamente. Sin embargo, nunca supo la razón por la cual, horas después del golpe militar del 24 de marzo de 1976, fue detenido, golpeado y sometido a cuatro simulacros de fusilamiento. El 4 de septiembre de 1977 fue excarcelado y partió al exilio. Pasó por Estados Unidos, Francia y España, donde publicó Absurdos (1978), una serie de relatos escritos en la cárcel que sobrevivieron gracias a su astucia para filtrarlos al exterior. Finalmente, volvió a la Argentina en 1985, con el retorno de la democracia.
una nota de Luz Azcona
En una entrevista que dio en esta época, Di Benedetto se refiere a su escritura como una fuga de la realidad. “La realidad siempre me maltrata —dice—. Y aunque no se puede convocar a la irrealidad para que gobierne nuestra vida cotidiana, sí se la puede buscar como consuelo mediante los sueños […] o la literatura fantástica”. Pero lo cierto es que después de la cárcel Di Benedetto logró fugarse poco. En la siguiente década, lo único que publicó fue Sombras nada más (1985), novela que según él mismo cuenta en el prefacio “guarda la fisonomía de los sueños”. Su lenguaje, sin embargo, es siempre nítido y hermoso. Por lo demás, hoy basta abrir cualquiera de sus libros para comprobar que, a contramano de la lógica imperante, la potencia de su épica discreta es inmune al paso del tiempo.
Luz Azcona nació en otoño, en San Juan, en 1977. Estudió Comunicación, Historia del Arte y Edición. Trabaja como editora, ghostwriter, traductora y correctora freelance. Se formó con Fernanda García Lao y escribe cuentos, la mayoría son cortos pero uno acabó en nouvelle. A veces vive en Buenos Aires y tiene una gata negra.
Para conocer más sobre la autora:
https://latfem.org/author/luzazcona
Poesía, cine y actualidad.