Poemas de María Belgrano

Poemas de María Belgrano
María Belgrano

Poemas de María Belgrano

Antes de compartir los poemas de María Belgrano, haremos un breve repaso por algunos aspectos fundamentales de su biografía. Entre ellos que nació en San Luis en el año 1979. Reside en Buenos Aires, lugar en el que realizó estudios en Filosofía y Edición Editorial (UBA). Además, es diplomada en Gestión Editorial y se formó en Gestión Cultural en el Centro de Investigación Cinematográfica.

Su libro, de reciente salida, “Cuando te fuiste alquilé un traje de astronauta deportivo” fue publicado por la editorial Limbo. En cuanto a la autora, debemos destacar también que participó de distintas antologías y es fundadora de la editorial Mundo Agüero, dedicada a difundir la obra del autor peruano Antonio E. Agüero.

Entrevista Rusa

¿Qué es la poesía para María Belgrano?

Es eso que nos lleva la vida responder. Nos lleva la vida porque es un idioma que siempre está cambiando de significado para volver a decir lo que tal vez ya dijo, pero de otra forma. Es una artesanía que muchos estamos tallando, pero la pieza que sale siempre es distinta.

¿Qué nos contás sobre tu proceso de escritura?

Mi proceso de escritura es de búsqueda constante. Trabajé durante varios años en el taller de Osvaldo Bossi llevando textos y dialogando con todos. Algo se me impone y tengo que escribirlo. Puede ser apenas me levanto, y para eso recurro a escribir en mi teléfono, puede ser que retome lo que disparé y me siente horas a escribir. También puedo escribir en cualquier momento: subte, taxi, avión. Como decía el poeta puntano Antonio E. Agüero es lo más parecido a vivir en poesía, esto de que la poesía, la escritura y la vida son casi una misma cosa. Nos atraviesa.

¿Eso solo para la poesía?

También escribo narrativa y ensayo. Cuando me siento a escribir puedo estar intentando cualquiera de estos (géneros). No saber a veces qué tipo de texto es el que escribí, es lo que realmente me apasiona. Mi último libro es un poco esto, un libro sobre las pérdidas que necesita decir desde la voz que precisa en cada texto. No (me) importa cuál.

¿Y tu llegada a la poesía?

Empecé a escribir de muy chica. Luego de que mi lectura de Tom Sawyer me conmoviera de una manera que no olvido. Al poco tiempo recuerdo que me quedé impactada al ver la biblioteca personal de mi tío Eduardo Belgrano Rawson en Buenos Aires. Nunca había visto una biblioteca tan gigante y llena de libros. Mi maestra de cuarto grado “Alita” me incentivó mucho a escribir. También conocer a poetas y escritores de San Luis, desde muy chica, me enamoró de la escritura y de la lectura.

Los poemas de María Belgrano

Los siguientes poemas pertenecen al libro Cuando te fuiste compré un traje de astronauta deportivo. Fe de erratas: en la versión de Espías Rusos para celulares, los poemas pueden no responder a su formato original.

Como la verdadera estrella

Cualquier imitadora que se precie de tal, tiene que 
vestirse como la verdadera estrella, decía mi abuela.
Es así: si imita a Isabel Sarli, luzca la misma solera, el
mismo arreglo de pelo, idéntico escote, rímel pegajoso,
grandes tetas, mismo pasado, incluso.
Si suponga es Eva Perón, tense su pelo amarillo,
ajústelo en rodete, enferme gravemente, salude al
pueblo desde su balcón.

No sé bien si yo podré.

Hacerse la viva

He muerto hace poco, sin embargo, hay días en que hago 
de viva y todos me ven igualita a la que fui.
Juego al tenis, llevo hijos a la escuela, fumo. Hay días
en que no, entonces recuerdo cuando estaba viva, es
tan parecido, sin embargo, lloro. Y cuando vengo de la
verdulería, lavo con cuidado las hojas de lechuga, corto
chiquito los tomates, sin embargo, nadie come.
Mis padres murieron igual que yo, pero en otro tiempo,
en otras guerras. Aunque a veces pasan por mi ventana
cargando libros universitarios, yo los espero y los miro,
como espectadora de la primera fila de un cine de barrio,
y caminan como novios que recién se cuentan sus
primeras peripecias, y se ríen, y cada vez que eso sucede,
yo todavía ahí no he nacido. Vendré después. A veces,
estamos los tres imitando una foto de portarretratos, a
veces están también mis hijos, los que llevo a la escuela,
pasando por esa ventana. Sin embargo, he muerto
hace poco, y cuando venga la moza a traerme el café de
siempre, no tendré dinero para pagarle, y se dará cuenta
de que me estaba haciendo la viva.

Araña nocturna

A Molina y Valentín

Atenta y parada en la mano izquierda de la oscuridad 
trepo a ciegas por su brazo y me recuesto sobre su
hombro
me aferro un ratito, soy de la especie que teje poco en
las alturas

bajo de nuevo colgada de un hilo el brazo que me
prometió la calma caigo con un poco de rebote en la palma arenosa del
centro de la noche
se cierran los dedos
de su mano
repliego mis ocho patas sin lastimar ninguna,
me quedo hecha un bollo
haciéndome la muerta,
seré lanzada en pocos minutos a una alcantarilla.
ME GUSTA: el helado de frutilla, la moda de las 
ciudades, la situación política no es que me
guste exactamente tampoco la social, ni la
pechuga de pollo ni el chirrido de los colectivos
en la terminal
vengo de un pueblo que duerme siesta pero
nunca más pude dormir la siesta
amo la poesía cuando es inútil
y a los poetas inútiles y las manzanas
el dinero para épocas de desamor
el insomnio para no soñar con bestias.

Para conocer más sobre la autora:

Poesía, cine y actualidad.

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