
Poemas de Joaquín Valenzuela Bellocq
Breves comentarios sobre su vida
los poemas de Joaquín Valenzuela Bellocq nació en Dolores, Provincia de Buenos Aires, en el año 1971. Según pudo saber Espías Rusos, el autor llegó a la escritura, principalmente a la lectura (desde muy chico) a través de su bisabuela Betina Donadío, quien fuera poeta y dramaturga. Claro está: a ella no la conoció. Sin embargo, la Tía Chiquita, se encargó de recopilar todo el material que su abuela escribía.
La tía chiquita era como una segunda mamá para él. Ella trabajaba en la Biblioteca del Club Social de Dolores, lugar en el que (un pequeñisimo) Joaquín se pasaba la tarde charlando. Era charlatán por lo visto. Porque dicen que se la pasaba de lo más bien conversando con los viejos amigos de la Tía -favorita-. Eran en vano los intentos de mandarlo a básquet. Había un magnetismo que lo unía a ese lugar repleto de libros.
Breves comentarios sobre su obra
Con respecto a su obra, tenemos que decir que publicó, en poesía, Actividad física (2007), doméstico (2009), Varamientos pampa (2011), La casa del deshielo (2013), La caracolera (Ediciones en Danza, 2016), Sombra de agua ( 2017), Al pie de vasta área (2022), Estación cotidiana (2023), Lo igual de ciertas cosas ( 2024). Además, participó en distintas antologías y publicó las novelas Mandarse a mudar (2014) y Residencial Splendid (2019).
En relación con la escritura de poesía expresó, para el blog La infancia del procedimiento: La lectura es un gran disparador, el diálogo que se establece con un autor que se está leyendo en el momento, es fundamental para mí. Además, en relación con el proceso de corrección de su escritura, agregó: lo hago en el mismo cuaderno, tachando con prolijidad y rara vez volviéndolo a reescribir completo en manuscrito.
Ante la pregunta concreta ¿Qué es la poesía? responde: La poesía es un estado, no sé como decirlo, espiritual, mental y de todo el cuerpo y de todos los sentidos – más que los 5 sentidos- y es pintura con palabras, y es el amor entre las palabras… no soy bueno definiendo, por eso escribo poesía más que cualquier otra cosa.
Con ustedes, los poemas de Joaquin Valenzuela Bellocq
Poemas de Lo igual de ciertas cosas (La Gran Nilson, 2024)
Lugar
es claro que era un metal
en blanco (¿y quién
lo había fundido?) y esa tarde
el agua, la mitad del camino
la cuarta pared del día
rompiendo arenas, y el mundo
se dividía en varios cielos y arena y asfalto
y el metal en blanco ya era rosa
y leche recién traída del tambo (¿te acordás?)
turbia
cadmio, ahora: los cielos
que son otros globos (y tus ojos
con galaxias) se dividían
no como los mapas
dibujados (físicos de cuerpo
verde, cuerpo a cuerpo y marrones
ocres desierto con cabellos
de aguas pintadas) se rasgaban
como papel de envolver
regalos, cielos
(niño
que estira la mano, recibe un paquete
tendrían
que haberte puesto un espejo de alegría)
…y que hoy se oye: ¿para dónde
el mar? (eso entró
por la ventana en voz descalza:
un dónde en ola) amanecía
(Los camarotes)
que se refleja tal sed en el papel
de las paredes (rol
vinílico y cola de penachos
ese yuyo en mayúscula
repite hache hache) ¿cómo hace
esto el silencio y de memoria?
mosca en panza de los vidrios
veteados en salpicaduras
oleaje biselado, íbamos
de babor a estribor en cuatro patas
buey en cada ojo atento
pasta torrentadas, blanca
esplende
tu hamaca dormida
toda la letra en tu litera
¿otra hache al sueño hace tu hacienda?
¿y la canción de cuna al temporal?
no se han ido al altillo
las copias de unos mimos
con los peces diamante, tampoco
va el reflejo por un pasillo de hospedajes
libre de nado y cajas
turbias, impermeables
náufragos igual al mejor vino
barriles, recortes de castaño
desde los camarotes (también empapelados) ¿ves?
nos volvemos
estantes de papel, niños machés
desenvolvemos
esta costa que pasa en modo neutro:
las luces apagadas
como sin pasos
ni faro a pie de página
Sal
de todo color más fuerte que arco iris
novedad temprano, otro esplendor
de ala, libélula
amanecida en celosía
en los cristales
de una noche de faro, cabos sueltos
pegados a una cara de papel
oriental, tinta
china delineada por
los caballitos del agua, y va desnuda
cargando arena en zapatitos por venir
hay peces que se desvelan por los ojos
no duerman ni con mar adentro ni en estuario
amanecer lento de los botes
sin palada, la calma de la luna
resbaló su plato roto al medio
en el lustroso vidrio
goteado sin su cresta
descascarada perla que se iba a lo profundo
final de tiempo lirio, sin dueños, sin canteros
salvajes cítricos
por cada aguja del compás, duna por duna
¿a dónde llegará este cachalote canto
blanco por nublar a las butacas
de orilla en terciopelo o piel de pana?
¿y la sal?
¿ya no contigo?
¿es dulce, delta, ahora, el agua
de tu boca?
sal exudas
Poemas de Estación Cotidiana (La gran Nilson 2023)
el remanente en estrellas, niño
lactante de un castillo
en las arenas a la esquiva
de pozas y crecidas
bajo el baño magnético de marte
vaga su cuerpo paso y paso
capa por capa, los canales
(caracoles, misceláneas en espejo
restos de los cielos en conchillas
afilado pastón por gravedad)
niño que en estado de concordia
con la noche sin luna y navegante
ve constelaciones
sin saberse los nombres
sin detener maquinaria (tren
vestido de alguien) sin vía
apenas descarriando
por el placer de desdoblarse
en satélite de sí
la tormentosa en primavera
es un toro de nubes desde el médano
cerco de cuero en sombra
le opaca
un ojo al día
ya, pero las flores
aparecieron como goteras de octubre
temperamento huracán de corralón
se espulga el toro, se raspa
contra la yunta del abandono:
dos casitas, cuatro párpados
caídos en persiana
Poemas de Al pie de vasta área (Griselda García Editora, 2022)
Se ha despertado fuera del campo
se ha despertado fuera de campo
es jungla el mediodía, grajos, garzas
grullas rugen desde los vientos, lidian
con un peso que le cuelga
por baba al sol, pantalla punto
ebullición, la selva florecida de leopardos
lianas en estacas
hasta las altas frondas negras
si era el sueño de cestas amarillas
y manos de lana un amparo, despierta
fuera de campo
por sendas del tapir
cáscaras de insectos, paso a
paso avanza con la boca
que le tiembla por los pies
La manta flamea
la manta flamea
hecha sopa y nada
en su centro de mundo
raya
desde ahí todas las costas
la espuma le enciende
el arado de arena
la manta raya de cola de veneno
con su enamoramiento ballena
vuela y se tira de cabeza
otra forma de encuentro a lo invisible
Poemas de Sombra de Agua (Griselda García Editora, 2017)
rosa en los vientos
tiempo cardinal que deja
medio puño al sol:
la medida de tu cuerpo
luz a nivel de los techos
llega también
a tu rama de hombre
la claridad barranca apenas
centelleaba en la penumbra
y desde lejos
cierta piel te palpó el ala
el soplido donde se iba la noche
alentó el último silencio
ah temblor de pajarito
piabas por ver por ver
–la oscuridad se aguó
te mojó el pico
y otra vez amaneciste–
Para conocer más sobre el autor:
Joaquín Valenzuela Bellocq nació en Dolores, provincia de Buenos Aires, en 1971. Publicó, en poesía, Actividad física (Ediciones en Danza, 2007), doméstico (Ediciones en Danza, 2009), Varamientos pampa (Ediciones en Danza, 2011), La casa del deshielo (Huesos de Jibia, 2013), La caracolera (Ediciones en Danza, 2016), Sombra de agua (Griselda García Editora, 2017), Al pie de vasta área (Griselda García Editora, 2022), Estación cotidiana (La Gran Nilson, 2023), Lo igual de ciertas cosas (La Gran Nilson, 2024) Ha participado es antologías como: Infancias (2012), Amor (2015), Los autos (2017), Rumiar Bs. As. (2018), Antología Federal de Poesía (CFI, 2019), Cuarentena (2020), Gatos 100 poemas seleccionados (comp. Jorge Aulicino, 2021); entre otras. En narrativa, ha publicado las novelas Mandarse a mudar (Ruinas Circulares, 2014) y Residencial Splendid (Griselda García Editora, 2019).
Poesía, cine y actualidad.

