Poemas de Tina Elorriaga

Poemas de Tina Elorriaga

Poemas de Tina Elorriaga

Breves comentarios biográficos

Antes de comenzar con los poemas de Tina Elorriaga es una poeta nacida en Darregueira (Provincia de Buenos Aires) y que, actualmente, vive en la Provincia de Córdoba, más específicamente en la ciudad de Cosquín. En dicha ciudad, sostiene, desde hace años, junto a Hugo Rivella y Miguel Vera, el Festival Nacional Encuentro de poetas con la gente, que se realiza en el marco de Cosquín Cultural.

En relación con sus pasiones, es preciso decir que Ernestina es Educadora Social. Trabaja en el territorio con infancias, adolescencias y mujeres. Una tarea que aparece reflejada en algunos pasajes de su obra. Publicó los libros La lengua de la noche (ULEAM, Ecuador -2019), El miedo de una casa inexistente (Editorial Alción-Córdoba -2019) y MI corazón es una perra huérfana (Editorial Apócrifa- Villa Maria-Cba-2023)

Con respecto a la literatura, ha sido merecedora de distintos premios entre los que destacan: Mención en el concurso de Abuelas de Plaza de Mayo (2002), Mención Premio de Poesía Concurso Provincial Luis de Tejeda-Córdoba año 2003. Por otro lado, obtuvo las siguientes distinciones: Segundo Premio Poesía Concurso Jorge Barón Biza Feria de Arte (Córdoba – año 2003) y el Tercer Premio en el XIV Concurso Nacional de Cuento y Poesía Leopoldo Marechal (Morón-Buenos Aires, año 2008).

Breves comentarios sobre su obra

Con respecto a su obra, es preciso mencionar que posee un largo recorrido, participando en Festivales de importantísima calidad como los siguientes: Festival Internacional Poesía de La Habana, Cuba; Festival Internacional La Palabra, Ríosucio, Colombia 2016; Festival Internacional de Medellín 2017; entre otros.

con respecto a su obra, en una entrevista para Revista Altazor, sostiene: No hay moral del poeta. No debe existir un corsé que apretuje la libertad de la palabra en el universo del lenguaje. Sino estaríamos en riesgo. La poesía, con más razón, lo estaría si la palabra es amordazada.

A lo que agrega: Creo que en la poesía debe prevalecer la ética de la subversión, debe ser inconforme, disidente, lo que significa que no debe haber en ella sombra alguna de propaganda política, no se debe confundir la estética con la denuncia social. La ética de la poesía y del poeta es la de no ser fieles a la moda, debe creer y crecer en sus posibilidades estéticas etc.

Finalmente, Tina es una poeta con un gran recorrido poético que, Espías Rusos considera fundamental para pensar el futuro de la poesía argentina. Su escritura, aunque alejada de los centros comerciales de la poesía, es representativa de una generación y de una estética.

Poemas de Ernestina Elorriaga

Mujer mirando una fotografía

MUJER MIRANDO UNA FOTOGRAFÍA


Una sombra acecha su espalda
Pesa el dolor cayendo de sus ojos
Mira una fotografía
Se empecina en mirarla
Ha regresado con su maleta al bar de la estación
Donde se cobijó cuando arribó a la ciudad

Era entonces
Cuando sus pies tocaron la tierra prometida
Cuando en sus mejillas florecieron camelias
Ay ay cuando la ciudad se le entregaba

Ella ha regresado
Pide una taza de té
Repite todos los gestos
Repasa los pasos
No encuentra el error

La ciudad y su sombra se relamen.

Desnudo recostado

Amanece 
Su cuerpo de abanico se despliega
Es una línea en el cuarto
Se derrama
Es de azúcar
Las sábanas rozan los secretos de sus labios
Sonríe en un sonido de cascabeles
Está desnuda
Quiere volver a nacer
Sabe que el barco detenido en su garganta
Ha zarpado
Que arribará en otro puerto

Ha dejado su ropa al pie de la cama
Espera la hora del inicio
De vestirse
De abrir la ventana
La hora de que la vida
Sin permiso
Arroje

La rutina enajenada de otro día.

La llegada

Ella sabe donde agonizan los vientos

Sabe del ojo de dios y lo desafía
Permanece mirando al infinito
Sabe que en la calle duermen los solitarios

En la maleta demorada a sus pies
Oye su vocecita de cristal guardada
“arrójame a la luz mamá”
“abrígame que hace frio”
“mamá no te olvides de mi”

Ella cruza la calle
La ciudad no la ve
Agoniza

Alguien se acerca
Toma la maleta
Se lleva para siempre su voz de niña.

Interior con armario

En el sueño se agitó 
De los pliegues de su cuerpo
Un agua de espejo y cielo
Humedeció la noche
Saltó de la cama
Como una ostra
Se recostó en el sillón
Regresó al agua de los sueños
De su sexo un río
Inundó el desolado interior de ese cuarto
Con armario

En la maleta
Guardó el sueño
El agua de la vida le pertenecía.

El final del día

Cuando llega la noche su refugio es el sueño

Cuando lo inanimado se relame en el corazón de los hombres
El filo de la sombra no da lugar a la duda ni a la palabra
En ese lugar ella es de micas y lunares
La belleza de su espalda
La gracia de sus nalgas de nácar
Traen el recuerdo del rostro de dios
Si tuviera rostro

Su cuerpo metáfora de la vida
Se acopla al sueño en una ceremonia ritual
Desafinando a la luz de la luna
Con la cerrada obstinación en gris
Que la ciudad ofrenda.

Tríptico de la colchoneta

Estaba ella sentada 
En el corazón mismo de la sombra
Sus omóplatos de alas mutiladas
Fantasmas
El cuarto por abandonar se disgregaba
La colchoneta sostenida en la pared
Podía ser la cruz
Donde ella probara su inocencia
En tanto en las maletas aguardan las fotografías
El diente de leche las cartas
Secretos
Se huele a despedida
Honda y gris

Estaba ella suspendida en la luz
Estaba allí el origen del fuego.

Habitación de hotel en San Paul de Vence

Todo parece descender
Sobre su cuerpo
A las circunstancias se las bebió la noche
No existen
Pero la culpa somete
Es tirana

La cama
Abierta es un regazo
Un útero ofrendado
Ella duerme sola
Su maleta impasible
Aguardan un antes o un después.

Mientras duerme
Su oído se hace pena penita
Espera pasos
Algo
Que se detenga al fin frente a su puerta.

La mudanza

Miran sus trastos
Un puñado de tristezas
Embaladas en cajas bolsos sin memoria
Maletas color olvido
Hacinados al centro de un paisaje
A lo lejos sollozan perros
Y el atardecer cae sobre los encinos
Son los inquilinos
Y en ellos
El círculo del infierno se repite
Atrás dejan historias de arena
Puertas y ventanas desde donde miraron caer la lluvia
Quedan malvones musgos en las grietas
Manchas de humedad acechan

Nada les pertenece
Sólo esos bártulos enclavados en el espacio
Como grito de Dios.

Mujer vistiéndose

Se viste
El orillo de la falda acaricia sus piernas
Lentamente deja caer la ropa sobre su cuerpo
El tiempo ya no la aguijonea
Eso fue cuando la ignominia
Se había anudado a su entraña
En una imagen perturbada se espejaba
Ahora sola
Cuando el desamor llega a otros destinos
Ella se viste en ese cuarto
Que la abriga

La maleta
Sin embargo le recuerda

Que la vida
siempre está de paso.

Mujer peinándonse

De mis cabellos
Una lluvia de flores de membrillos
El perfume de una manzana roja
Luciérnagas con lágrimas de mica
Pececitos con ojos de jade
Pajaritas de papel
La mano de mi madre
Y un peine de carey
Y la caricia de peinarme


Ahora lejos de la infancia
Guardo este recuerdo
En la maleta
Que estremecido escapa
del espejo
Mientras me voy peinando.

Para conocer más sobre la autora:

Poesía, cine y actualidad.

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