
Poemas de Jimena Castagna
Entrevista Rusa
¿Qué es la poesía para vos?
La poesía para mí tiene el componente de la escritura como desdibujamiento de la frontera entre el mundo y el yo a flor de piel; por eso siempre es distinta a sí misma: puede contar una historia, describir un objeto, ser profundamente polítca, simplemente divertirse con el lenguaje, entre tantas otras cosas. El mundo es tan vasto e inabarcable como la poesía.
En resumen: la poesía para mí es una forma de absorber y enmarcar el mundo.
¿Cómo pondrías en palabras tu proceso de escritura?
Mi proceso de escritura va cambiando según mis tiempos, mis ganas, y mi disponibilidad creativa. Ahora, consta de llevar un cuaderno a todos lados, anotar lo que me parezca pertinente (poemas que se me ocurren, frases que escucho y me gustan, fragmentos de algo que estoy leyendo o viendo; en fin, realmente cualquier cosa), y lo que me parezca que vale la pena rescatar de ahí, lo paso en limpio y lo trabajo. Intento escribir todos los días al menos en formato de diario, me mantiene en ritmo y con la cabeza más clara, me cuesta escribir si estoy con la mente en cualquier lado.
¿Cómo fueron tus primeros acercamientos a la poesía?
Empecé a escribir de chique, más o menos a los ocho o nueve años. Desde canciones hasta poemas e historias. No prosperó ni le di mucha bola en su momento, lo hacía para divertirme sin pretensiones de nada. Recién a eso de los diecisiete cobró una importancia real en mi vida, aunque ni siquiera al día de hoy sé bien qué significa eso.
Mi madre conserva lo que para mi debe ser, si no el primero, uno de mis primeros poemas. Tendría algo así como ocho años y decía, con esta ortografía:
“La luna es de queso
El sol, es de sol
y tus hojos
son las flores de mi veso”
Los poemas de Jimena Castagna
Genealogía de mi porteñismo
A los tres años café
con leche en Las Violetas
Recién a los once mate
pero siempre
siempre siempre
las infusiones realzantes
del ritmo galopante estresante chocante
en el sorbo
la pausa
Mi mamá vestida de oficina
el claqueo de sus zapatos
contra la madera, claroscuras
sus clavículas filosas, claro que
su perfume llenaba
el cuarto entero de rosas:
todes frenábamos
en ojos cerrados a oler
la estela que duraba apenas
cinco segundos (suficiente para vivir ahí
eternamente)
Mi abuela me lavaba los pies
después de horas en los juegos
de la Plaza San Martín:
el agua tibia
recorría mis dedos
borrando rastros de otres niñes
otras familias y tantas
pero tantas palabras
que odiaba muchas veces
no entender pero así
esponja y palangana
la incertidumbre dolía menos
Los juegos debían ser incesantes:
fútbol, quemado,
mancha, handball,
gritos y manos
moldearon mi impaciencia
No conocí el silencio
hasta que lo inventé
Aunque ya adulte entendí
que cuando frenaba
a oler el rosedal, en la lágrima
nuestra de cada día
y en mis pies cansados
bañados en aguas termales
el silencio ya se había inventado
Yo crecí
ansiando siempre esa pausa
y sólo viene después del caos
En el cielo leés poesía
La profe Lili contó a les alumnes de poesía
que estaba escribiendo un poema
sobre su odio
por las jams de poesía
No tienen por qué gustarme
los bancos incómodos
la gente juzgando qué cuaderno traigo
cómo pronuncio y cómo ha
go los cor
tesdeverso
La poesía
no es figurar
La alumna a su izquierda se sintió así
menos poeta falsa, menos
artista falsa
Nada une como el odio
suspiró enternecida
Un alumno interrumpió
el momento de unión para invitar, a Lili y al alumnado,
a una jam de poesía que él mismo organizaba
Lili y la alumna se miraron, cómplices
Una creería que después de este preludio
por lo menos zafaría de invitaciones semejantes
Entre risas les alumnes insistieron
hasta que la profesora, entre harta y halagada,
aceptó
Sólo voy porque me lo piden ustedes
y porque tampoco quiero transmitirles
el mensaje equivocado: lean con otres
salgan de sí
Hace falta
aunque una reniegue
La alumna a su izquierda
ese fin de semana asistió a sus primeros
versos borrachos, silencios atentos
y cuadernos pretenciosos
Tenía que confirmar lo que ya sabía
y escribir su propio poema
Ahí mismo garabateó los primeros versos:
En el cielo leés poesía
En el infierno
te la leen y te la explican
Insomnio
Mi próximo insomnio no será inútil
Voy a cronometrar esa sed de fin
para así ganarle al tiempo
Mi próximo insomnio no me sorprenderá
abruptamente
Estará ya en mi agenda verde sin uso
verde desesperanza verde musgo
ver de ví de frente eso que no
puedo ignorar así funcionan
las obsesiones las noches y mi próximo
insomnio que significará
nuevos recorridos en mi piel arrugada
Pasado y porvenir estrellándose
indistinguibles
Amaneceré por fin
sin la bruma del ensimismamiento,
sin esa latente sensación amarga
de la imposibilidad
de sucumbir
Mi próximo insomnio,
noche dorada
sol profundamente gris,
espero, no acontezca
pero admito que aguardo
con temblor y delicia
la confusa llegada
de su ensoñación eterna
Presiduende
Del latín presi,
prescindir de cordura; duen, tendencia a querer
adueñarse de todo; de, deseo de validación
constante. La altura de este duende
alcanza justo los bolsillos de la gente
y a los que dicen que está loco
les roba el oro y apoda zurdos.
Espera ofrendas pero, no como otros de su especie,
que lo que reciben dan,
este retribuye la lealtad y riqueza ajena
con deudas e insultos. Grita
porque, de hablar suavemente,
su voz aniñada y agrietada
no se escucharía, repite:
¡Mi ley,
tu ley!
¡Mi ley,
tu ley!
Sus mandamientos
deben seguirse a rajatabla:
trabajar, sufrir, cobrar.
Este duende aparece
cuando en las calles abunda el silencio.
Aún no se sabe la forma de echarlo,
pero, para quien guste de microvenganzas,
es fácil de incomodar:
noches con olor
a asado en la vereda,
todo para les amigues
y a les enemigues
ni justicia.
20 de junio
No sabemos ni queremos
decirnos de otro modo:
paseamos por Corrientes
en silencio ruidoso
Ya no es lo que era antes
dicen con voz quebrada los nostálgicos empedernidos
que el teatro murió que las pizzerías vacías
que quién nos devuelve nuestro Buenos Aires
querido
Yo pienso que el amor es un lugar
que el pasado puede ser un edén engañoso
y que hoy
en este mano a mano
librerías abiertas hasta las doce de la noche
El beso de la mujer araña aún en cartelera
-la ví dos veces en cuatro años
ambas llegué tarde
rendí culto al andar porteño
apurado, a destiempo, pero sin perder
la elegancia de quien agarra y dice
“todavía no arrancó? Al pedo me apuré”-
hoy
el amor es un lugar y es este
la Corrientes arruinada
(yo la quiero así
impura
como la conocí y la inventé
a tu lado)
Once y media cigarrillo en el andén
del Mitre que tantas veces nos vio
sufrir, amar, partir
Apagás la ceniza
me das del humo de tu boca la
última pitada
nos Retiramos dormís
las cuatro estaciones
yo te aviso, tranquila
Llegamos a destino y los molinetes
nos miran de costado
ya nos conocen:
veinte años no son nada
les decimos para reafirmarles
que seguiremos viajando gratis
El amor no nos deja envejecer
nos declaramos eternes, impunes
llegamos flotando a través de ese
qué sé yo
El movimiento del tren, del andar, y de la ciudad
nos ablandaron más
que el agua blanda y sumergieron en
el encantamiento de
las estrellas ya no celosas sino
balbuceantes
de un tango en coro
perfecto con aires
de lenguaje entre emputecido
y romantiquísimo
No lo oímos en su entereza
el cielo propaga
su música en sintonías
no siempre distinguibles
Qué importa: como flores
entre baldosas agrietadas
nos entregamos a lo incierto y a
la belleza de salir
del querer entender e inventamos
nuestra propia milonga
nuestra propia argentinidad
Nos amamos en argentino:
digo cachivache ornamental
y ya sabés de qué te hablo
Fe de erratas: en la versión para celulares, los versos pueden no responder a su formato original
Para conocer más sobre la autora:
Tengo 24 años, soy tallerista (“Cómo leer un poema”, online y presencial), escribo, y estudio Artes de la Escritura en la UNA.
Poesía, cine y actualidad.