Poemas de Florencia Fragasso

Foto de Juan Pablo Hidalgo

Poemas inéditos de Florencia Fragasso

Breves comentarios biográficos

Antes de compartir los poemas de Florencia Fragasso, es más que preciso, adentrarnos, brevemente, en su vida. La poeta nació en Lomas de Zamora en 1975, y entre sus pasiones se encuentran la docencia y la traducción. Según ha podido investigar este portal, es importante destacar que, además , se desempeña (o desempeñó) como guía cultural de la Ciudad de Buenos Aires.

Con respecto a la relación entre su vida y la poesía, en un texto para El infinito viajar, sostiene: Yo vivo, y el poema aparece y en algún sentido me toma, y yo a su vez tomo ese momento, colándolo en el ajetreado día a día. Pero no me aleja de la vida, me distrae apenas. Desde las sensaciones corporales, podría describirlo como un sacudón. Cosquillas, arrebato, apuro. Escribo rápido para que no se me escape.

Breves comentarios sobre su obra

En relación con la literatura hay que mencionar que publicó, entre otros, los títulos La poda (Salta el pez, 2022), Raf y su puerta (Pupek, 2021), Veinte sillas (mágicas naranjas, 2019), Extranjeras (Buenos Aires, GogyMagog, 2005) y Superpoderes (Buenos Aires, El ojo del mármol, 2015; España, Ediciones Liliputienses, 2017), y las plaquetas Poemas de la observatriz (Buenos Aires, Arte Plegable, 2004) y Sinestesia (Buenos Aires, Ediciones Presente, 2012).

Silvio Mattoni, indica en la contratapa de La Poda (2022) sobre la poesía de la autora: La escritura, por supuesto, no realiza la poda, ni ordena la vegetación, pero recibe una hilera de respuestas del jardín, una teoría de plantas, porque aquello que se elogia con palabras, cuidadosamente, siempre devuelve un nuevo brillo a la lengua, al florecimiento general de todo lo que vive. Y hasta una hojita suelta y volátil, que quedó bailando después de la poda, puede invocar la alegría de cada instante.

Poemas inéditos de Florencia Fragasso

Los siguientes poemas pertenecen al libro inédito El trineo y su huella que tendrá pronta aparición a través de la editorial argentina Salta El Pez.

Hondura

Dónde poner
esa masa amorfa el pasado
para que pese menos u ocupe
un lugar más discreto

puedo acomodarla
sobre el trineo
amarrarla con tiras gruesas
de cuero y empujar
verlo dejar sus marcas
en la nieve

que en la hondura de esas marcas
aniden por un tiempo algunos bichos
y el sol más tarde
se ocupe de alisarla
con la mano

Minería 1

En cuál de todos
mis desayunos
-el segundo, el tercero-
voy por fin a entrarle de lleno
al milhojas
que sobró
del cumpleaños

la cucharita se blande
como pala excavadora
de la satisfacción garantizada

Pistillos negros

Las velas con el número soplado
pringadas de dulce de leche
envejecen más
que el diario de ayer

insisto en no tirarlas

Maqueta

La torta, un bosque 
quemado en miniatura
algunos pistilos erguidos, otros
caídos sobre el blanco hacen
creer que la pista de nieve
es pura realidad batida y esas rayas
que dejó el filo del cuchillo
marcas del trineo arrugas
meras arrugas de los años

Con los ojos cerrados

Pistilo tambaleante
sabio y marchito
vos, que viviste para contarlo
¿tenés tiempo todavía
de que pida un deseo?

Fuerzas opuestas

De espaldas
caminamos hacia el futuro

De frente está el trineo
su lujo de detalle
aguantando el sobrepeso

le sacamos fotos
a la carga
tratamos de moldearla
la volvemos anécdota
la volvemos canción

A nuestras espaldas el futuro
se prepara
callando

La palabra vieja

Hablo de trineos porque trinan
y contienen la palabra neo
son nuevos y viejos al unísono

hablo de trineos por eternos
por su don de traslado
por ir
por poder ir
a escuchar cómo trinan otras voces en lugares
lejanos pero ciertos

hablo de trineos porque nunca
serán del todo nuestros
por sonar extranjeros por las veces
que hicimos culopatín en la montaña

hablo de trineos porque el perro
mítico gigante que nos arrastra a todos
va boqueando agotado
la axila a media máquina
lentificado el corazón
muerto de sed

Para conocer más sobre la autora:

Poesía, cine y actualidad.

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