
Poemas de Daniel Viola
Breves comentarios biográficos
Antes de compartirles los poemas de Daniel Viola, hacemos un breve recorrido por algunos aspectos fundamentales de su biografía. Nuestro autor es un poeta de pura cepa, aunque también dedica parte de su vida a la realización teatral. Ha participado ya dirigiendo distintas obras y ha participado en más de cuarenta (40) espectáculos teatrales.
Por otro lado, conduce el programa La docta ignorancia en AGEN hoy. Y también conduce Los limpiaorejas, un programa para compartir. Como poeta publicó varios libros, entre los últimos: Los días inversos (2022), y Estos árboles gotean luz (2024).
Los poemas de Daniel Viola
Cabecita de piel blanca.
Quedándose va la tía
como alargando sus días.
Resiste sin miedo o pena
sabiendo que todavía
no hay un pensarme sin ella.
Busco en su rostro el adiós,
en sus pupilas la ida.
Solo hallo el campo y el tambo,
manos de niña heridas,
ojos de pampa y de trigo
y ese alazán que fue mío.
Cabecita de piel blanca.
En mi caricia se encierran
la ausencia de sus destrezas.
Quién planchará mis camisas
quién sabrá zurcir como ella.
Cabecita de piel blanca.
Fue en Varela una obrera,
orgullo no ser sirvienta,
altar de Evita en secreto.
Mi tía fue una esperanza
un regreso que se aguarda.
Cabecita de piel blanca.
Hacia dónde se está yendo.
Hacia qué campos de lino
mi tía se está largando.
La memoria de las sombras me fue dada
para que gozara el encanto de fijar un instante.
¿Habrán imaginado mis laboriosas maestras
en su afán por enseñarme la escritura,
que aquella sucesión de letras
ofrecería la intimidad del tiempo?
Inquietante es el afán que tienen en las
/ manos
los niños por derribar lo hecho.
Deshacer, desarmar.
Qué voz nos alienta al delicioso caos.
Un seguro mundo de inalterables instantes
se deshace en el placer de ver cómo caen
y se esparcen los bloques, las figuras.
El tiempo va apropiándose del hombre
robándole el placer por desarmar lo hecho.
Las maquetas atrapan al niño envejecido
y el polvo que acumulan son lágrimas de sueños.
Mi madre está yaciendo. Ahí.
Y los gusanos destrozan esos pechos.
Los que me amamantaron.
Su cuerpo, todo, va deshaciendo
Y yo sé que no tengo dónde
ubicar un regazo, entregarme
a la tibieza de la carne.
El duelo es no saber a dónde
llegará mi gesto.
El luto es mío. He muerto como hijo.
No guardo el secreto de sus palabras.
No quiso acunarme en su lengua.
Se está entregando a una tierra extranjera
Es líquido cada vez más.
El líquido propaga mejor el eco.
Ese eco de madre, que persiste.
La calavera posible no espanta el amor.
Mi madre está yaciendo. Ahí.
Deshaciéndose. Dejándome más huérfano.
Dejándome más hijo.
Más hijo en orfandad de madre.
La mesa viajó hacia las sierras, y
retornó conmigo. Sostuvo nuestros platos,
plafón de juegos, y fue también soporte
donde marcar dobladillos.
En sus vetas anidan las historias que
balbucearon mis hijos en las babas de la herencia.
Quien fuera la dueña inicial es un
suceso de cuentos que originan los sueños.
Sé que mi padre cuando niño rondó por esas patas en
casa de una tía que la donó ya muerta.
Las marcas de los codos, las lágrimas que
guarda, los viajes proyectados. Tal vez ella
también cruzó esos mares que trajo a olvidados.
Mi madre cuando niña no conoció de mesas.
Comía entre cojines, era otra la altura de su fiesta.
En aquel campo donde agazapaba la traición, el
hombre comía a horcajadas de un tronco y
el cuchillo cortaba besando los labios la carne que
aferrada mantenía entre sus dientes. La mesa era
tablones donde la muerte bailó en la madrugada
tornándose fiambres, facturas del invierno.
Sé que aquella cena careció de la mesa que dibujó el insomnio.
Vi el abandono durmiendo sobre una mesa.
Mi mesa supo de codos pulseando la fraternal hombría.
Caminaron dos dedos en busca de cosquillas.
Ataúd de promesas. Cambiador de pañales.
Fue absorbiendo los derrames sobre los que en ella se hicieron.
Sé que encierra el incendio posible de los versos.
Para conocer más sobre el autor:
DANIEL VIOLA: Ha publicado los libros: LA MEMORIA DE LAS SOMBRAS (2009), EL LENGUAJE DE LOS DÍAS (2012), TAN SOLO CRUZAR LA CALLE (2015), EL NACIMIENTO DE LOS ECOS (2017), LA SOMBRA DE LA HOJA (2020); LOS DÍAS INVERSOS (2022), EXHALA SU SUSURRO EL ÁRBOL (2013), ESTOS ÁRBOLES GOTEAN LUZ (2024). Conduce LA DOCTA IGNORANCIA en AGEN Hoy Radio, poesía, música y teatro. LOS LIMPIAOREJAS, un programa para compartir desde 2009. Ha participado en más de 40 espectáculos teatrales.
Poesía, cine y actualidad.


