
Pamela Terlizzi Prina – Narrativa
Breves comentarios sobre su vida
Pamela Terlizzi Prina – Narrativa
La escritora Pamela Terlizzi Prina nació en 1980 en la Provincia de Buenos Aires. Actualmente reside en Adrogué, lugar desde donde surge su potencia creadora. Es abogada y grafóloga, también sostiene los oficios de poeta, narradora, hacedora cultural, entre otras cosas. Pamela Terlizzi Prina – Narrativa
En una entrevista con “El almacén de libros” la autora recuerda su llegada a la literatura: Las primeras ganas de escribir, recuerdo con precisión un poema de Julia Prilutzky Farny. Mi mamá lo tenía copiado a mano en una hoja suelta de cuaderno. Y agregó, posteriormente: Mi maestra de lengua de séptimo grado me dijo que cuando fuera escritora, quería que le dedicara un libro. No sé si fue una inspiración propiamente dicha, pero en cada presentación de un nuevo libro, vuelvo a acordarme de ella
Recientemente, ha publicado su último libro, al que dio por titular “Sarandí” y del cual compartiremos algunos fragmentos en esta entrada. Sin embargo, primero debemos hacer un recorrido por su obra y algunas concepciones que la autora expresó en relación con la literatura en general.
Breves comentarios sobre su obra
En entrevista con Editorial Muerde Muertos, ante la inquietud del entrevistador sobre su permeabilidad literaria, expresó: Creo que es fundamental el diálogo entre géneros y formatos. Las definiciones son académicas, dudo de que sean capaces de aportar algo a la estética. Al menos yo puedo prescindir sin ningún tipo de culpa de definiciones y calificaciones. Por otro lado, en esos límites difusos está la riqueza, me parece.
Como ya mencionamos, publicó, hace muy poquito, “Sarandí”. Y en una entrevista con Malena Saito (para Página 12) expresó en relación con el libro: Yo creo que escribo a partir de la obsesión con el lenguaje, de preguntarme qué puede hacer la palabra y cómo modifica la realidad. El lenguaje implica un sistema corrupto. Nunca estamos diciendo exactamente lo mismo dos hablantes aunque compartamos el idioma. El malentendido de la lengua es la materia prima de todo lo que escribo
Otro de los aspectos que la autora resalta en la misma entrevista sobre el libro “Sarandí”: Siento que mi narrativa está muy intervenida por la poesía, por recursos, por modos, por gestos de la poesía y que mi poesía muchas veces tiene recursos y estrategias narrativas. En ese sentido, mis dos versiones están todo el tiempo en comunión.
La vieja amiga de Pamela Terlizzi Prina, la poesía
Si bien Terlizzi Prina está, actualmente, presentando su libro, publicado por Editorial Conejos, no queremos dejar de resaltar su poesía. Si bien nos encuentra la narrativa, nuestra autora publicó distintos libros de poesía y, como bien ella lo menciona, son discursos híbridos. En su poesía ya vivía la narrativa y, en su narrativa, ahora, la poesía encuentra una nueva posibilidad de realización. A este ejercicio se lo denominó como “la permeabilidad del discurso literario”. Invitamos, entonces, a leer este fragmento del nuevo libro de una autora que merece ser leída, principalmente, porque se anima a patear sus propios tableros y salirse de las zonas de confort. Pamela Terlizzi Prina – Narrativa
Cuento: Sudestada (fragmento)
“Si mi hermana me regala una bombacha, ¿es de ella o es mía?”, dice Diego, y como exagera la risa, pierde el equilibrio. Le llueven encima los ”callate boludo”, los ”pervertido, te gusta tu hermana”.
En la casa de las mellizas está el colchonero, no se pueden juntar en su vereda, que es la única con canteros escalonados, donde todos tienen ubicación fija. Y el arroyo está crecido y bravo. Golpea con violencia contra el entubado y salpica. Ahí tampoco.
Vamos a la parra, grita Diego, como una revelación, como si a nadie se le hubiese ocurrido.
Son los últimos calores del año y late un viento que levanta tierra como latigazos.
Narrativa: Sudestada (fragmento)
La parra es el lugar más fresco del barrio. Hay sombra y una humedad que huele dulce y una bajadita de cemento que hizo Don Chicho para ir y venir con la carretilla.
Sobre postes de material, que por momentos dejan ver unas venas de metal que se asoman, se cruzan alambres, varillas y tirantes. Sobre ellos, se extiende la parra en el frente y al costado de la casa y le dibuja unas costillas. Viva y verde y viboreante. Pecadora, la uva chinche se ofrece, cuelga desnuda y violácea.
Atrás, Regina les da de comer a las gallinas pigmeas que, con o sin hambre, siempre la siguen. Están sueltas y no se escapan. De tanto estar juntas, Regina, la reina de las gallinas, habla y camina como ellas. No es tartamuda, Regina, pero cacarea. Y también tiene las piernas muy cortas y pavonea la cadera que crece de golpe bajo un batón azul con flores que, por lo chiquitas, se adivinan.
Cuento: Sudestada (fragmento)
Si el arroyo se lleva tu gomera, ¿es tuya o es del agua? Dispara uno de los pibes y todos se ríen por la cargada a Diego y porque nadie le puede ganar nada al arroyo. Nunca pudieron arrebatarle nada vivo. Y las cosas que sacan con las ramas, el arroyo no las quiere más. Todos lo saben.
La risa los delata y grita don Chicho desde adentro que dejen de comerse las uvas y rajen. Y como siguen recostados en la bajadita fresca, escupiendo pellejos de fruta, aparece Regina y cloquea si no se enteraron de que viene sudestada. No ven que el viento corre como el río, dice, entre español e italiano.
Cuando le toca decir Río de la Plata, la lengua se le demora en la t.
Que se vayan a sus casas, que va a subir el agua, que es pelicoroso.
Narrativa: Sudestada (fragmento)
Sobre la voz de Regina, se escucha quebrar la primera masa de agua que, desde el entubado, toma la cuadra. Golpea y salta y unos segundos llueve el agua que escaló el aire, hasta que otra ola pega y repite, replica, repica.
Regina corre y tras ella, viene el portazo. Ellos se paran y miran. Buscan adivinar cuánto tiempo queda hasta que el agua escale las diversas alturas de las veredas. Le ponen el cuerpo a la excitación propia y a la preocupación de los grandes: las dos cosas las trae la inundación. Hay pocas nubes y parecen recostadas para la siesta, pero el viento ruge con ferocidad unos minutos, después se calla y, tras el escándalo, aparece el agua.
(…)
Para conocer más sobre la autora:
Pamela Terlizzi Prina es abogada y grafóloga forense. Autora de los libros de poesía Estado de espesura (Ruinas Circulares, 2012), No cuentes pesadillas en ayunas (Santos Locos, 2018) y Qué violencia perfecta la del mundo viejo (Santos Locos, 2022) y de los libros de narrativa Doce dientes (Textos Intrusos, 2013) y Sarandí (Conejos, 2025). Fue publicada en Argentina, Uruguay, Colombia, Cuba y España. Participó de Casa Tomada IV, en Casa de las Américas. Colaboró con diversos medios gráficos y digitales. Es gestora cultural en el ciclo de artes Siga al Conejo Blanco, el espacio cultural Antipoesía y en el colectivo literario Queridas todas. Nació en Buenos Aires, en 1980.
Poesía, cine y actualidad.