
En esta nueva entrega de Espías Rusos, les traemos poemas de Martín Pucheta
En esta entrega, les compartimos poemas de Martín Pucheta, poeta nacido y criado por el viento rural y espiralado de la hermosa de ciudad de Gualeguaychú. Además de ser poeta, tiene otras pasiones como la docencia y la música. Su casa está rebosada en libros e instrumentos musicales. Con su banda Sauce Thénon conquistan la escucha cada vez que salen a rodar.
Particularmente, nos interesa la poesía del señor Martin Pucheta por considerarla una de las mejores propuestas estéticas de la actualidad. Una apuesta fresca, contemporánea, pero atravesada por cierta regresión a los recursos retóricos de la literatura. Sumado a eso aporta belleza y gracia, voluptuosidad.
Nuestros libros favoritos son Matota y Yoeta, ambos publicados por la editorial Palosanto. Pero también publicó otros libros como Superjardín (En danza, 2010), río raíz/podría haber sido un haiku (elandamio, 2020), Matota (Palo Santo, 2022; La Gota, 2010), Aerolinda (La Gota, 2017). Por otro lado, en ediciones artesanales publicó Tocar de oído (2015) y Estudios del Cambio (2017).
Nuestro autor es de esos poetas que nunca pasan desapercibidos. Es hincha de River, según dicen. Y tiene un gran sentido del humor. Cuando le dijimos que sus poemas saldrían publicados el día de hoy su corazón fue pura algarabía. (Es broma). Esta broma sólo es permitida por la persona hermosa que es Martín Pucheta, cuyos reconocimientos en el ámbito literario van mucho más allá de la breve biografía que compartimos al final de estos poemas.
Con ustedes, poemas del libro Yoeta (poemas de amor de locura y de suerte):
Yoeta
es que ando muy yoeta, sabés
y necesito otrearme un poco
te parece entuyarme un rato
envosearme sin más
tu charla me orea
me vueloempoza lindo
a la luz de mi sombra
habría que decir tu escucharla
y ahí mis palabras en un ténder
de barrancas y el espíritu
en sábana al aire
prendida de los pájaros
el alma a secas
y ahí sí
me animo a escribir
con la tinta de mi pulpo
y escribir es inyectarse
del propio veneno
con la dosis de un trazo
es que ando muy yooso
parayoico en demasía
y quería otrearme un poco
demasiado enyoado
demasiado ampuyoso anquiyosado
demasiado inmiscuido en mis cuitas
al punto que me ahogo
en el vaso del mí
y una gota me rebalsa
esa
que no cae
nunca
maldito
yoseído en demasía
pero si vos me entuyás
si me das con tu siasmo
me corta, viste
me circuita
y no es
que santo remedio y ya está
pero tu te enclítico afloja
el yo encarnado
en el verbo
esa carga
esa cruz
y mirá, sabés qué
venía bien mi soledad
la sentía poblada
pero se fue ensimismando
por miedo, no sé, por yohibición
y se volvió yoledad
y se enjoyó
y se rayó sin rallar
y hasta yovía en vez de llover
mirá, ya escribirte
me entimismó
me envoscuró un cachito
me quedo por acá
por si querés otrear un toque
unir de lejos los vasos vacíos
con el hilo que cortamos del yoyó
y llenarlos de oído y de voz
de patio a patio
de un árbol al otro
por esta medianera de cielo
o su aujerito
o su ladrillo suelto
por este horizonte
filamento
que prende aún
esta luz
de distancia
estamos en contacto
tuyo
quien escribe
****
Como el gol de juanfer
llegaste como el gol de Juánfer
entraste al ángulo
yo recién me acomodaba en la cancha
para estudiar tus movimientos y de pronto
un atajo
de la belleza, de lo terrible
un tajo de cielo
inútil toda defensa
la barrera bien armada
inútil la picardía de adelantarse
de a pasitos como pájaro
es el don de la parábola en función
es la incógnita resuelta por asalto
ese refucilo
esa claridad
llegaste así
como ese tiro libre de Juánfer a Racing
precisa y furiosa desde lejos
con el ángel y el fuego de un tiempo
que lastima a este tiempo en su talón
inútil la fuerza de piernas, la estirada
en ese atardecer suspendido
en un fue que será de tan siempre
llegaste así, como ese golazo de Juánfer a la Academia
toda ciencia trascendiendo
y temblando la luz
entonces comprendimos que perder también era hermoso
oh, generosa
oh, inatajable
****
Pica
dos por tres
baila
y yo me agirasolo
campito del silencio
hacia la luz
que salpica
y queda
picando en el ojo
su marca de agua
que pica
el corazón
hormiga de agüita
espina de la i
que se soltó
y me rasco sobre
y adentro pica
y siempre que bailó
paró
Fosforrimosos
se les vuela la cabeza
con la chispa de un beso
fosfomimosos
cabesuqueros
con ruido de rima
boca de yesca
bellama de pelos
peluz de áureo punk
peinado notre dame
fulgótico
hacia el cielo
prendidos al instante
fugosos
etiernos
fosforrimosos
con ruido
con ruima
****
Disfruten el último poema de Martín Pucheta de esta selección:
Y si se llama jorge
y cómo no va a gorjear
si se llama Jorge
y cómo no va a volar
y a engordar
a la vez de bordes
y de orbes
y cómo no va a llegar
con el grandor de su aire
hasta el nido de mi oído
llamándose así
si lleva -o lo lleva- ese nombre
y cómo no va a burbujear
en su fragor de ángel
llamado desde sí
y no va a germinar
el gorgojo en el arroz
de su silencio
y cómo no va a piropear
en jerga de jergones
y a disolver
en gárgaras el alma
y a disgregar
en gargantas la voz
llamándose así
llevándose Jorge
y cómo no va a cocinar
garbanzos para mí
y a servir
un cariño de legumbres
en bandeja, a toda lumbre
si es un Jorge
en su letra
y cómo no va a subrayar
en Heidegger el verbo Sorge
para curar de mí
en su margen
y no pensar en el engarce -cómo no-
de su grumo en mi gramaje
siendo Jorge
y pensando como tal
y cómo no va a leer
a Gogol y Borges
-con algo de Máximo Gorki-
si se llama y lo llaman así
¡y cómo no va orbitar
alrededor de mí!
si se llama, si se busca
si se lleva y se encuentra Jorge
y cómo no lo van a bautizar
en el Jordán
para fijarle al alma ese nombre
y cómo no va a morir
por vivir y morir
junto a mí
y a ubicar
sobre mi nombre su nombre
cómo no va a sentir
que habita en mí desde ya
como si un poema en trance lo dijera
como si un poema absurdo
como chiste de los dioses
lo imantara, lo pidiera
yo me llamo, casualmente,
Jorgelina, por mi parte
resultando Jorgelinda para él
y cómo no va ir
y venir por donde digo
si parte de su nombre
hacia mi nombre
que lo lleva además
que lo trae
pajaritoso él
y tan nidosa yo
Martín Pucheta (Gualeguaychú, 1981) publicó Superjardín (En danza, 2010), río raíz/podría haber sido un haiku (elandamio, 2020), Matota (Palo Santo, 2022; La Gota, 2010), Aerolinda (La Gota, 2017) y Yoeta (Palo Santo, 2023). En ediciones artesanales: Tocar de oído (2015) y Estudios del Cambio (2017). Canta y compone canciones: Sauce Thénon es su actual banda de rock. Trabaja en escuelas secundarias como profesor de lengua y literatura.
Para conocer más sobre el autor:
Poesía, cine y actualidad.