Poemas de Javier Roldán

Poemas de Javier Roldán
Poemas de Javier Roldán

Poemas de Javier Roldán

Breves comentarios biográficos

Antes de compartirles los poemas de Javier Roldán, es preciso realizar un recorrido biográfico que abra posibilidades de lectura. Lo primero que hay que saber es que es del Oeste del Gran Buenos Aires. Se formó como docente de Lengua y Literatura para dar clases en colegios estatales del conurbano bonaerense.

Aunque, actualmente, no está dando clases de Lengua y Literatura, el oficio docente no lo abandona. Dicta el taller de poesía Un Sapo Intuitivo donde decenas y decenas de jovenes poetas argentinos acuden en búsqueda de una formación. Javier es meticuloso con sus clases (y un poco exigente) según información obtenida por Espías Rusos.

En ese sentido, fue uno de los organizadores, entre el 2020 y el 2023, del Festival de Poesía Poesía Ya. Siendo él, una de las caras visibles de la categoría Novísimes. Javier, de esta forma, ha ido adquiriendo con el tiempo el título de maestro de poetas. Finalmente, dirige, junto a Alfredo Machado, el sello editorial Patronus Ediciones que se dedica, fundamentalmente, a publicar poesía contemporánea.

Breves comentarios sobre su obra: poemas de javier roldán

Con respecto a la obra poética de Javier Roldán, hay que enumerar numerar que publicó las plaquetas “Bendito Yo Soy” (Paisanita 2016) y “Las Profecías Perderán su Razón de Ser” (Subpoesía 2016). Publicó también los libros “La Extraña Dama” (Alto Pogo 2015/Patronus Ediciones 2024), “Villa Trankila” (Santos Locos 2018), “Satrapía” (Patronus Ediciones 2023) y “Las Maravillas” (Ineditados 2024).

Con respecto a su libro Villa Trankila, en una entrevista con Marvel Aguilera, Roldán sostiene: Pensé mucho en el orden (del libro). Entonces me dije que iba a hacer algo como Dante Alighieri. Quise hacer un recorrido por la villa, que para mí es un territorio del amor. Y así como Dante se va guiando con personajes, pensé en poetas. Y obviamente César González tenía que ser el que me lleve a la puerta y me haga ingresar.

Con respecto a La Extraña Dama, hemos de decir que el día de la presentación de dicho libro, Gabriela Borrelli Azzara lo definió como un libro clásico de la literatura argentina, principalmente, porque el recorrido del libro permitía que sea leído como un clásico. Tal vez, por estos versos: 

Intento calmarte y explicarte el plan/ que nos permitirá/ un aterrizaje feliz y definitivo.


Finalmente, en esta entrada, compartiremos poemas de su obra Satrapía, de la que el mismo Roldán plantea que incluye poemas y entradas que él mismo realizara en la plataforma Facebook, a modo reflexivo sobre sus experiencias vitales en el aula.

Poemas de Satrapía

ayer mataron al tío de mi alumna
de un tiro en la cabeza

a rocío

y desde que me enteré
pienso en ella que es
malhumorada y bocona
y en todo lo que hago
poco o mucho
llevándole

esos poemas cuentos novelas.

pienso en que los uso
en este momento
en que mi alumna llora
a su tío transa muerto
para construir una casa
como la que construía
cuando yo era chico
hecha de almohadas sábanas juguetes
debajo de la mesa del comedor
en lo de mis abuelos.

y esa casa cimentada
que nos contiene a ambos
es todo el amparo
que puedo brindarnos.

Nico

"Niquito" me vuelve loco. Desde el comienzo de la clase se para al lado mío mientras estoy sentado en el escritorio y habla, grita, se pelea con las compañeras, los compañeros. Le digo: 

-"Nico, andá a tu banco"
-"Nico, dejame en paz"
-"Nico, no te soporto".

Él se ríe y sigue a mi lado poniéndole kilos de azúcar al mate, volcando el mate en el escritorio, hablando sobre fútbol, boliches, boxeo.
Nos conocemos hace tres año. Tiene un padre ausente, una mamá alcohólica y hermanos que no le pasan cabida.
No falta nunca a clases. Nunca. Ni cuando en primer año se escapaba del aula y tenía que perseguirlo por todo el colegio para que volviera a entrar.

Hoy llegué temprano y Nico llegó un poco después. Cuando lo vi dije:

- "¡Uy por dios!"- llevándome las manos a la cabeza. Después me reí y le dije:

- "Dame un abrazo, Nico" y nos dimos un abrazo que me dura hasta ahora que estamos almorzando y ojalá me dure todo el día.

Gordo Gede

a Víctor

Héctor es muy gordo, es "grandote"
Héctor tiene trece años
Héctor no habla de su mamá
Héctor era muy chico cuando su mamá murió
Héctor vive con su papá
Héctor tiene miedo de que llamemos desde el colegio a su papá
Héctor vuelve con marcas de golpes
días después del paso de su papá por el colegio
Héctor pelea todo el tiempo con Mario
Héctor llama "come moco" a su compañero Mario
Héctor mira todo el tiempo a Milagros

"Profe, Héctor me está mirando"
"Profe, Héctor me sacó la lengua"
"Profe, decile a este gordo gede que se calle"
"Callate gordo puto"

El otro día me acerqué al banco de Héctor
porque me llamó la atención que estuviera quieto y silencioso
Héctor alisaba una hoja, tenía el banco lleno de hojas
estaba ordenando unas hojas
Héctor estaba concentrado acomodándole
ordenándole la carpeta a Milagros

Héctor para mí es ese gesto

Melisa

Melisa está terrible.
Tiene 12 años.
No me hace caso.
Le escribo y le escribo y le escribo a la mamá
en el cuaderno de comunicados.
No tengo respuesta. Nadie firma.

Decido llamar por teléfono a la mamá de Melisa.
La mamá me atiende y escucha mi reclamo y mi pedido.
Después de escucharme me responde:

“- ¿Sabés qué pasa profesor?
Yo no sé leer.
Y ella me miente la picarona.
No me dice que vos me escribís.”

Francisco

Francisco vino hoy, el último día de clases. Se asomó por la ventana mientras estaba con 2do año comiendo chicitos, papas fritas, palitos salados y tomando Manaos. 

Estábamos festejando el final de la cursada y mirando los últimos capítulos de la primera temporada de Stranger Things. Estábamos en la oscuridad, no sólo porque mirábamos la serie en el televisor roto, sino además porque hace dos meses que el aula está sin luz. A oscuras pero felices de llegar juntos.

Francisco estuvo con nosotros hasta mediados de año. No volvió después del receso invernal.

Francisco está parado del lado de afuera del aula, en ese patiecito que separa el colegio del barrio y desde ahí me sonríe y yo le sonrío con un vaso de Manaos en la mano y un puñado de palitos salados en la otra. Mientras le paso un poco de palitos salados por los huecos de alambre que recubren la reja de la ventana le pregunto qué anda haciendo, le digo que me pone contento verlo después de tantos meses.

Me cuenta que está trabajando en un frigorífico desde las seis de la mañana hasta las dos de la tarde. Que es un trabajo duro pero que él se pone un polar y se abriga bien. Se arremanga la remera y me muestra uno de sus brazos:

- “Mirá los tubos que saqué”.

Francisco me dice antes de despedirse:

- “Yo que nunca quería hacer nada en tus clases, ahora en el trabajo ¡me agarran ganas de escribir!”.

Francisco se va. Sale de la ventana y yo vuelvo a sentarme en el banco frente al televisor mientras Will besa a Once por primera vez y las pibas a coro dicen “Aaahhh” y los pibes se ríen.

Román

me lo cruzo a Román
todas las mañanas

el sale del barrio
y yo entro.
los dos a trabajar.

cuando lo abracé hoy
y escuché que me decía:

"Buenos días
Javo"

ese ritual
insignificante
fue mi máquina del tiempo .

lo vi a Román
años atrás
en el colegio
tirándome la yerba
el mate el agua
sobre los papeles
de mi escritorio

lo vi a Román
en la puerta del aula
llena de odio
la mirada
que observaba
a su mamá borracha
cuando ella hablaba
conmigo
y me mentía
me decía
que el pibe
se había quebrado
el brazo
jugando a la pelota

me vi a mí
el domingo a la noche
años atrás
deseando
profundamente
que Román
no fuera al colegio
al otro día
así
yo podía
dar una clase en paz

me vi poniéndole
una silla
en la puerta a Román
y dejándolo
en penitencia
afuera del aula.

hoy abracé
a un muchacho
de nombre Román
que llevaba
una hermosa
aura
de vaho axe marine

lo abracé.
él me abrazó.

me dijo:

"Buenos días
Javo"

eso fue todo.

mi corazón.

Soy Profesor de Lengua
y Literatura

en colegios del conurbano

no tengo automóvil
y por eso mi vida se desplaza
de colectivo a tren de tren a colectivo
de espera en espera

y hay días más diáfanos que otros
en que una clara lucidez
me permite ver

por ejemplo
en la parada del colectivo
a ese nene
que aupado por su mamá
la observa fascinado
le acaricia el pelo
la besa

ella le sonríe
mirándolo bien de cerca
se pone bizca
le da muchos besos

o veo por ejemplo
a esos dos pibes
con esa delgadez fibrosa
tan propia
de la rutina laboral

esos pibes
que esperan el tren
en Los Polvorines
y conversan con el idioma
de los sordomudos
ese idioma de señas
que hace que se miren
con mucha atención
se sonrían mutuamente

el nene
la mamá
los muchachos
prescinden
del lenguaje
hablado o escrito
de su sonido engañoso
de su sentido taimado

trabajo
de profesor de lengua
y literatura
en colegios del conurbano
y a veces me siento
traicionado por mis palabras

Fe de erratas: Por una cuestión de formato web, estos poemas, en la versión de la página para celulares, no responden a su versificación original (lo que ocurre en todas las páginas, pero nosotros te avisamos).

Para conocer más sobre el autor, compartimos una entrevista del ciclo La Poesía en sus voces que lleva adelante Maxi Legnani:

Poesía, cine y actualidad.

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