Diego Planisich – POESÍA

Diego Planisich Poema
Diego Planisich

Poemas inéditos

Ocurre algo mágico cuando corro: 
Al llegar a los seis kilómetros 
el cuerpo se destraba y
de alguna manera 
de ahí en adelante 
todo parece más fácil 

Quizás no es magia 
tan sólo aumento de endorfinas
serotonina, dopamina y 
oxitocina. Lo que digan 
pero el momento es mágico

Quizás por eso pienso que:
si no corrés conmigo 
no intentes pararme 
estoy en otra

La sensación que da la prestancia 
del braceo al correr es notable
pareciera que alguien te lleva

Te puedo extrañar 
pero si es más fuerte 
la necesidad 
del reparo
no esperes a que el frío amaine

Hay algunas cosas que escribo 
que no merecen la menor importancia 

Sí la muerte
y ver lo que queda

****

A veces, la ciudad
se traga a las personas
en las esquinas

Cuando voy llegando
ni por jugar siquiera
mi perro tiene
a quien ladrarle

Hace unos días
por quedarme
nomás
ahí, un ratito
sentí las sombras
que el viento movía

****

Un pajarito se posa en mi mano
imagino 
al ver un gorrión
saltar de una rama a otra
como pisando las cuerdas
de una guitarra

Mis huesos hincan el piso duro
mientras miro sentado
el corto vuelo. El canto
es un piar, el engranaje
de un reloj al mediodía

Sobre mi rodilla descansa una mano
sostiene un libro que ya no leo

El pico del ave sostiene una hoja
sobre un gajo el cuerpo aletea

Llevamos ahora, en pleno vuelo
nuestras lecturas al nido
donde el amor señala
con un dedo
al vernos llegar

****

En las mañanas
los perros de la cuadra ladran
cuando el chaperio flojo
retumba en los huecos
de sus casas
Es temprano y voy vacío
Mi cumpa está acostumbrado
no se trenza en provocaciones
Su perseverancia se parece a la mía
vamos con el cielo en la mirada
como una yunta de bueyes
tirando en el barro

****

En esta ciudad planificada
el agua de las lluvias
va a parar al canal
y después al arroyo
En esos días
empujo en subida
contra corriente
y el agua
que parece lavarme los pies
baja con su deseo cristalino
que nada tiene que ver
con la culpa que arrastra
Como en un río
el cauce no tiene culpas
Y entonces
sé que recibiré menos,
que nadie saldrá a su puerta
para negar con la cabeza
Hay días que escampa
a la hora de volver
y hay días
en que el agua caída del cielo
me hace parte:
bajamos juntos
hacia el canal

****

Hoy me quedé en casa
levanté -un poco más-
la pared del fondo
revoqué del lado del sur
porque que las lluvias
Pero primero, en una petiza
me senté junto al umbral
a mirar cómo el claro
se derrama sobre el chaperío
Hay días en que imagino a la gente dormir
y que soy el primer sonido del día que entra
en sus vidas

****

Llueve y mucho se alimenta
de este clima, animales
rumiantes que frenan
el mundo 
mirando
lejos

Seguramente, en este momento 
tus ojos surfean el borde de una frazada
no quieren romper ningún tipo de ecosistema

Leo en voz alta para no sentirme solo
las perras me miran con cierta lástima
se vuelven sobre sí, una y otra vez,
en el colchón, enroscándose
como en la búsqueda de un hilo, su comienzo
o su final

La luz de la pantalla
es lo único que me ilumina
ahora, la claridad
que entra por las ventanas
es como el vapor de invierno
que escapa de las bocas
o la oscuridad 

Afuera hay gente pensando en la muerte
o en algún tipo de novedad

Ellas levantan sus hocicos
señalan un reloj en el aire

Siento los pies fríos
debajo de una mesa
desordenada
arriba, de un mundo impalpable
como de azúcar, como de cielo
y nido

****

Cuando era chiquito
me gustaba una chica
que hoy estaría lejos de 
gustarme

Y así con muchas cosas
El paso del tiempo
llevó entre sus cerdas
pelechos, vestigios
internos, ingratos
y tercos, pacatos
y rectos, sacros
y secos, gusanos
cayendo, parral
de domingos
y asuetos
ésos
sí eran buenos

La sangre se imanta
seguimos enteros

A este paso
no lo frena el viento:

Me gustan tanto esas casitas de campo 
al costado de las rutas
esas 
a puro foquitos en las noches

Me llevaría a vivir 
bajo esos árboles

Domingos grises tristes
casi un trabalenguas 
para decir llorando

Qué trabajo noble es ser perro

Tenemos tantas fotos

El viento siempre sopla a favor

Yo pensaba que en toda caravana
que salía de la iglesia
se tocaba bocina

Existe la posibilidad en la que vos 
y yo nos damos con todo 
y quedamos vacíos

Hay un párpado que me baila lambada

Uno a estas horas hace 
lo que puede y 
a estas alturas también

Un beso que reinicie
a nivel celular

Y podría seguir toda la noche
o el día
según dónde estés

Lo cierto es que 
a la chica que me gusta
le gusta la poesía
pero yo
no soy la poesía

****

Diego Planisich es poeta, escritor y periodista. Coordina talleres y clínicas de poesía en espacios públicos y privados. Publicó Arrullo (Corteza ediciones, 2014), Dos luces de frente (Editorial Palabrava, 2019) y Grayskull (Corteza ediciones, 2019). A mediados de 2014 formó, junto a poetas de Santa Fe y Santo Tomé, el grupo de poesía La Chochan . Trabaja en periodismo narrativo y radio. Dirige la editorial de poesía Hacha de Río y co-coordina el ciclo de poesía La Mecha.

Para conocer más sobre el autor:

Poesía, cine y actualidad.


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