Adrián Magrini – NARRATIVA

Hoy Puro Circo toca en vivo

—¡Otra vez lo mismo! —dijo Javier cuando la chata empezó a quedarse.

—Esto me lo hace siempre que la necesito, ¡puta madre!

Lo miré a Bombita, en veinte minutos teníamos que tocar en el Club Clemente de José León Suárez y recién estábamos en Chilavert. Bombita se bajó, después yo.

—Si no tuviéramos la batería del Gordo Dellepiane nos íbamos en tren o en el 87 —dijo Bombita.

Javier apoyó las manos en sus rodillas y se quedó mirando el piso.

—Si llamo al auxilio es lo mismo, tardan cualquier cosa en venir —se incorporó—¿Saben algo de fierros?

—No —dijo Bombita.

—Yo menos —dijo Javier.

—Pará, ¿y una remisería? —dije—, mandamos la batería y nosotros vamos en tren.

—En Suárez, Narigón —dijo Bombita.

—¿Qué?

—Seguro que acá no hay remiserías, hay en Suárez. ¿Tenés el teléfono de alguna?

—No. Che, ¿no tienen hambre?

—Estamos en medio de un quilombo y vos con hambre.

—Ahí tenés unas bolas de fraile que quedaron de esta mañana —dijo Javier—están al lado de la caja de las herramientas.

El paquete estaba todo arrugado, lo abrí, las bolas estaban calientes, cosa que no me gustó nada, agarré una y le di un mordisco, noté algo raro.

—¿Y el dulce de leche?

—Ah, antes que llegaras se lo saqué —dijo Bombita—pura azúcar, me lo vas a agradecer.

Miré más de cerca, se notaba que estaba toda baboseada, dejé la bola en el paquete y lo cerré. De pronto vimos unas luces, era un camión, Javier se puso en el medio de la calle, levantó los brazos y empezó a moverlos. Menos mal que se corrió a tiempo, casi lo pisan.

—¡Forro! —gritó.

Bombita miró el reloj soviético que le había regalado su abuelo. Javier se sentó al volante, intentó arrancar una y otra vez. Nada.

—Tranquilo —dijo Bombita, acodado en la ventanilla del conductor—, son cosas que pasan.

—Yo me ofrecí a llevarlos —dijo Javier—, no les puedo fallar así.

Me acerqué para consolarlo, pero no llegué a hacerlo, antes se escuchó el sonido del motor.

—¡Arrancó, arrancó! —dije.

—¡Arriba que nos vamos, che! —dijo Javier, y le dio un beso al volante—Hoy Puro Circo toca en vivo, sí, señores.

Con Bombita nos subimos atrás y salimos. Javier no bajaba la velocidad.

—Tranquilo que llegamos —dije a través del agujero de la luneta.

Agarramos un pozo que nos hizo saltar como medio metro, Javier pasaba las esquinas a todo lo que daba. Tuve miedo. Casi se lleva puesto a un ciclomotor, vimos como el tipo se quedó parado con la mano en alto, puteándonos. Nos agarramos al borde de la caja.

—¡Javi, tranquilo, maestro, que llegamos! —grité.

Javier nos hizo un gesto que no entendimos.

—¿Qué pasa? —dijo Bombita.

—¡Que no frena, boludo! —gritó Javier mientras bombeaba el freno.

Por esquivar a un Scania subimos a la vereda y casi volcamos. Empecé a ver puntitos blancos. Bombita sacó del bolsillo su boina con el distintivo del martillo y la hoz, se la puso y cerró los ojos, con una mano la sujetaba y con la otra se agarraba del borde de la caja; nos íbamos a estrellar contra el puente de la avenida Márquez, era nuestro fin; en ese momento, se me cruzó que todavía no sabía silbar, no sabía hacer asados, nunca había tenido novia; Javier bombeaba el freno con desesperación, yo temblaba.

—¡Dios mío, ayudanos! —dije. 

De pronto nos fuimos para adelante.

—¡Frenó! —dijo Javier. Nos abrazamos con Bombita.

Doblamos por la avenida Márquez y después tomamos Veinticinco de Mayo, Bombita guardó la boina y miró el reloj.

—Vamos a llegar casi a tiempo.

Cinco minutos después estábamos en la puerta del Club, el Gordo estaba sentado en el umbral. No vi luces. Bajamos, al vernos el Gordo se paró como un resorte.

—¿Pasó algo? —dije.

Él señaló un afiche en la puerta del Club.

—Era ayer, ¿quién fue el boludo que dijo que era hoy?

—Vos —dijo Bombita, y medio se rio, yo no, todavía me duraba el miedo a morirme. 

Nos sentamos en el cordón de la vereda. Me quedé mirando un boleto de tren que corría en la zanja; Bombita tenía las manos en los bolsillos; Javier miraba un punto fijo en el cielo y el Gordo se subió a la chata, abrió el paquete y empezó a comer una bola de fraile. Nos quedamos los cuatro en silencio. Al rato Bombita se levantó.

—Esto parece un velorio —dijo.

Lo miramos.

—Narigón —dijo Bombita—, ¿no me dijiste ayer que habías compuesto otra canción? Bueno, sacá la criolla y tocala; Gordo, traete el redoblante.

El Gordo puso el redoblante en la vereda y sacó las escobillas, Bombita desenfundó el bajo acústico y yo la criolla.

—Empieza en la menor —dije, y me puse a tocar.


  • Adrián Magrini nació el 4 de febrero de 1978 en José León Suárez, Buenos Aires. Hace unos años se mudó al barrio de Almagro, C.A.B.A. De adolescente fue humorista gráfico del diario local Ecos Suarences y cantante y guitarrista de la banda de rock Puro Circo. Se desempeñó como conductor y columnista de diferentes programas culturales en radios comunitarias. Estudió Filosofía en la Universidad de Buenos Aires. En 2009, se formó con el escritor Vicente Battista, y desde 2010, con la escritora Liliana Heker. En 2018, recibió el Primer Premio en el II Concurso de Cuento y Poesía Eduardo Perrone (Tucumán), con el cuento Hoy Puro circo toca en vivo; en 2019, fue finalista en el Concurso Literario de Cuento Breve del Rotary Club La Falda, Córdoba, con El loco; en 2020, finalista en el VIII Concurso de Relato Breve Osvaldo Soriano, con Boliche; en 2021, quedó preseleccionado de la categoría general del Premio Itaú de Cuento Digital, con La gallinita; en el mismo año recibió una mención en el 43° Certamen Nacional de Cuento de la Municipalidad de General Cabrera, Córdoba, por su obra Muletas; en 2022, la Universidad de Buenos Aires le otorgó una Mención Académica por este mismo cuento; en 2023, publicó su primer libro de cuentos, El trago bolche (Falta Envido Ediciones). El libro tuvo repercusiones en distintos medios como Página12 y Clarín, entre otros. Asimismo, el autor fue entrevistado e invitado a distintos eventos literarios; en 2024, se publica la antología Con la intensidad de la siembra (Falta Envido Ediciones) de la cual participa.

Para conocer más sobre el autor:

Poesía, cine y actualidad.

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