Anibal Costilla por Juan Santiago Avendaño

– Anibal Costilla – Juan Santiago Avendaño

UNA CONVERSACION FAMILIAR ATRAVÉS DE LA POESIA

Por Juan Santiago Avendaño

¿De donde nos llega el primer estímulo de la poesía? ¿Es algo heredado o nos viene de ese contagioso diálogo que se genera con lo bello?

El título ya sugiere que este es un libro vinculado a lo natural y la dedicatoria inicial, amplía el sentido y adentra la familia en el escenario vivo: “A mis hijos, Amir, Emma y Camila; semillas mías, que son esperanza de nueva vida”.

Aníbal, sin dejar su lenguaje poético plasmado en sus anteriores poemarios, ahonda en una voz más íntima, se acerca a lo bello comunicando el sentido de la poesía para sus hijos. A diferencia de sus otros libros, el poemario transita por la historia familiar, sirviéndose del marco natural, de la geografía, de la belleza poética, la contemplación y el entramado filosófico siempre presente en su escritura.

Anibal Costilla por Juan Santiago Avendaño

Pienso en las posibilidades del lenguaje y en los silencios que existen muchas veces entre los hijos y los padres. Las historias no contadas, las omisiones voluntarias, los secretos familiares. También se me ocurre que en el poeta se refleja a su vez aquello que no le fue contado, sino que fue aprehendido por él mismo en su niñez, en la adolescencia y en el largo camino de la madurez poética.

El Poeta evoca lo natural: el pájaro, el rio, el pago natal, el alejamiento voluntario de la ciudad por no reconocerse en ella. En las descripciones complejas del transitar de la vida en el pueblo, se manifiesta una sabiduría propia que es un legado a sus hijos, la enseñanza es para todos los lectores como si nosotros también fuéramos semillas sembradas por el poeta.

Anibal Costilla por Juan Santiago Avendaño

Hay familias en las que la poesía es prescindible, en donde ni siquiera existe un libro, otras que en su basta biblioteca no se animan a nombrarla. Me atrevo a decir que en la familia Costilla, se ha sembrado el lenguaje poético en el corazón de sus hijos. Si por esos raros caminos del azar, estos persiguieran esa luz fugaz pero permanente que es la poesía, podrán en el mañana abrevar de estos versos para continuar el diálogo con su padre.

feria del libro

Sin pretensiones de grandeza los versos enseñan cómo funciona el mundo y cual es el lugar que ocupan las cosas en ese vasto territorio de la casa materna. El poeta dice: “En la casa de mi madre cuelgan las palabras en las paredes, fulguran como retoños o flores recién cortadas… a veces los recuerdos pasean por las habitaciones de la mente y tanteando buscan encender la luz que revele de lleno el vislumbre, el alivio que trae la mañana”.

Libro “Semillas”

Tal como lo hace un padre, corrige amorosamente la mirada nueva para aprender a perdurar en el acto de la observación, como dice el poeta Teuco Castilla, “el que contempla dura más”. Es en esta mirada profunda sobre la vida, que el poeta se perpetúa, como hijo, nieto, como sobrino, como parte del paisaje que se desgrana en ese ojo que todo lo ve y que a veces nos permite con claridad esbozar el remate del poema.

Reseña

Tal como lo hace un padre, corrige amorosamente la mirada nueva para aprender a perdurar en el acto de la observación, como dice el poeta Teuco Castilla, “el que contempla dura más”. Es en esta mirada profunda sobre la vida, que el poeta se perpetúa, como hijo, nieto, como sobrino, como parte del paisaje que se desgrana en ese ojo que todo lo ve y que a veces nos permite con claridad esbozar el remate del poema.

Poesía santiagueña

Desde las herramientas posibles que tiene el lenguaje, Aníbal maneja los recursos literarios con toda suficiencia, pero eso es algo que poco importa cuando lo que se pretende es transmitir la emoción al lector, conmoverlo en el recuerdo de un perro que no le es propio, pero como todos los compañeros caninos, también nos pertenecen. En ese poema que evoca a Tom, un perro de toda la familia, me hace recordar al poeta peruano José Watanabe, quien dice que “el perro también es paisano”. Entonces el objeto querido se convierte en sujeto de enunciación del poema. El poeta nos dice: “Era un buen perro sin raza, pero refinado, esbelto, sencillo como sólo un buen perro sin raza puede ser.”

Poesía argentina

En esta combinación de lo natural, lo humano y lo animal, se presenta la figura recurrente del río. El rio desemboca su sapiencia en el poeta que se sumerge en él, ya no será igual nunca más: ni el poeta sumergido, ni el agua que lo contiene en su mundo amniótico y bello, el universo posible de la poesía. 

De lo natural toma los elementos para construir la realidad que heredarán sus hijos, encuentra el amor con que lo alimenta su pareja, halla la devoción del lenguaje y la vocación docente de sembrar poesía en los ojos de los otros.

Libro Semillas

Se aventura en el origen, busca desentrañar la pulpa de lo sensible, el momento en que el mundo ha decidido girar para dar comienzo a todo. Entonces el poeta se aparta de la realidad, ve un universo pequeñísimo nacer con cada trazo de su lápiz sobre el block de notas. “La perplejidad me origina y me corona. La lección es mi consuelo: grita; toda verdad explota, dispersa el tumulto”

En esa tarea avocada de iluminar como el rayo, logra una mayor perdurabilidad, no es la lucidez momentánea que a veces ciega y otras veces se escapa a la vista y se presenta en el recuerdo posterior del trueno.

Poesía argentina

En el juego de luces y oscuridades, el poeta conduce el rayo para que siempre caiga en el mismo lugar, en el corazón de lo sensible, el lugar donde se desarrolla el humano y donde crece la familia. Cuando aquella luz se apague, cuando el poeta haya decidido volver a la oscuridad previa al grito inicial, habrá quedado la obra que en los ojos de sus semillas y con la fortuna del agua verdadera replicarán la vida en nuevas formas.

Que la semilla germine, que el árbol crezca, la flor explote, el viento lleve el polen a otros árboles y en esta nueva primavera, se replique hasta el fin el ciclo familiar de lo poético.

Un poema

Cuenco de barro

Se queda quietecita

a mirar el amor que se expande a sus orillas

desde el centro de su corazón en la vejez,

y sabe que el camino del tiempo

se construye con gestos que desnudan el alma.

¿Le pesan los años mientras mira?

Son plomos y cuelgan de los párpados.

La voz se le deshace en un suspiro

profundo pero frágil,

como un cuenco de barro,

olvidado a la intemperie

debajo de las lluvias.

Para conocer más sobre Anibal Costilla

Para conocer más sobre Juan Santiago Avendaño

Pueden ver la presentación del libro en la Feria del libro de Santiago del estero a partir de la hora de transmisión: 06:10:00

Poesía, cine y actualidad.

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